La Orden de Jaime I

Nuestra Asociación religioso-culural (con una estructura interna de Orden) se denomina como tal con un doble fundamento: en el reconocimiento de la figura de S.M. D. Jaime I, rey de Aragón, Mallorca y Valencia, conde de Barcelona, señor de Montpellier, así como en los valores históricos y puesta en acción del ideal de los Caballeros Templarios.

Asimismo, nuestra Orden se acoge históricamente al Patronazgo de la Santísima Virgen del Pilar, cuya festividad se celebra el 12 de octubre.

Fines de la Asociación
  1. Dado que somos Templarios Católicos, inculcar, difundir y defender el respeto a Dios y a la Familia.
  2. Cooperar a la difusión del conocimiento de la Historia de la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo del Templo de Salomón, y promover la rehabilitación de su buen nombre ante la sociedad en general.
  3. Promover la práctica de los valores tradicionales del Temple, y su traslación a los tiempos actuales, como son: la defensa de la Fe cristiana y de los propios Valores, la Solidaridad, la Lealtad, la Humildad, la Honradez, el esfuerzo en el trabajo, el sentido de Responsabilidad, el afán de superación, la Obediencia, el Honor y la Disciplina.
  4. Llevar a cabo acciones de voluntariado y solidaridad con los más desfavorecidos.
  5. Fomentar por medio de actividades, cursos y conferencias una formación integral y permanente entre los asociados y aquellas personas que deseen compartir sus fines.
  6. Participar en proyectos de tipo religioso, social, cultural y educativo, a nivel local, autonómico, nacional o europeo, en los que se reflejen el histórico sentimiento templario.
  7. Poner en valor la figura histórica de Jaime I, rey de Aragón, Mallorca y Valencia, así como sus principios y su legado.
 
¿Qué sentido tiene nuestro lema «Non nobis, Domine, non nobis, sed Nomini Tuo da Gloriam»?

Proviene del Salmo 115 del Antiguo Testamento y su traducción es «Nada para nosotros, Señor, sino da la Gloria a tu Nombre».
Significa que los Templarios realizamos nuestras obligaciones sin esperar recompensa alguna y que nuestras tareas las ofrecemos a Dios, para mayor Gloria de su Nombre.

Oramos a Dios y ayudamos al Prójimo.

Nuestra Identidad como Templarios en el Siglo XXI: Más Allá de la Recreación Histórica

¿Es nuestra Asociación, nuestra Orden, una más como las que se pueden ver «por ahí»? ¿Somos, como Templarios contemporáneos, meros recreadores históricos? ¿Es nuestro uniforme un disfraz para eventos temáticos?

La respuesta, ofrecida con el máximo respeto pero con absoluta firmeza, es NO.

Nuestra identidad se distancia fundamentalmente de cualquier forma de recreación histórica, representación teatral o participación en festividades de ambientación medieval. El término «Templario», para nosotros, no es una etiqueta que se adopte a la ligera, sino la expresión de una vocación y un compromiso profundo. El uniforme, visualizado en la capa blanca con la cruz patada que vestimos no es un disfraz, sino el signo visible de una consagración personal y comunitaria; un testimonio público de Fe en un mundo secularizado.

Entonces, ¿quiénes somos?

Somos una asociación religioso-cultural católica, integrada por hombres y mujeres de nuestro tiempo: médicos, abogados, artesanos, funcionarios, empresarios… Personas con profesiones y vidas familiares diversas, pero unidas por un nexo común e inquebrantable: una profunda Fe en Cristo y un compromiso activo por vivir los valores del Evangelio. Nuestra misión no es revivir el pasado, sino proyectar la luz de la Fe cristiana sobre los desafíos del presente.

Nuestra acción se fundamenta en tres pilares esenciales, a imitación de las antiguas órdenes religioso-militares, pero adaptados a nuestra realidad:

  1. Oración (Vita Contemplativa): es el alma de nuestro compromiso. La vida espiritual, la oración personal y comunitaria, y la participación en los Sacramentos son la fuente de nuestra fuerza y la guía de nuestras acciones.

  2. Formación (Vita Studiorum): creemos en una Fe razonada y profunda. Nos dedicamos al estudio constante de las Sagradas Escrituras, la Historia,… para poder dar razón de nuestra esperanza y actuar en el mundo con criterio y coherencia.

  3. Acción y Caridad (Vita Activa): la Fe sin obras es una Fe muerta. Traducimos nuestro credo en acciones concretas de caridad, en la defensa de los débiles y desfavorecidos, en actividades altruistas y en la promoción activa de los valores cristianos -Paz, Amor, Fraternidad, Justicia y Respeto- en nuestros entornos profesionales, sociales y familiares. Somos «soldados de Cristo» en un sentido espiritual, cuya única «espada» es la Palabra de Dios y el servicio al prójimo.

En definitiva, para nosotros, ser Templario en el siglo XXI no es una evocación nostálgica del pasado, sino una respuesta activa y comprometida a la llamada del Bautismo: ser sal de la tierra y luz del mundo.

Extracto de nuestras Ordenanzas

Artículo 5. Del Uniforme de Gala o Ceremonial masculino
El uniforme de gala se compone de las siguientes prendas:

  • Vestimenta base. Traje completo de color negro (o, en su defecto, oscuro liso).
  • Camisa. Blanca, de vestir (manga larga). Podrá tener puño simple o puño francés.
  • Corbata. Negra, lisa.
  • Calzado. Zapatos negros de vestir, preferiblemente lisos y sin adornos (tipo mocasín o de cordones).
  • Calcetín negro.
  • Guantes. Blancos, de algodón.
  • Sobrevesta. De color blanco, sin mangas, con la cruz de la Orden a la altura del pecho y de longitud tal que no sobrepase la de la capa. Se ceñirá a la cintura con un cinturón de cuero -o simil- (negro o pardo), realizando un nudo medieval en la parte derecha.
  • Capa. De sarga color blanco roto, según modelo provisto por la Orden para garantizar la homogeneidad. Portará la cruz patada roja de la Orden en el antebrazo izquierdo.
    Particularidad del Priorato de Aragón. Será obligatorio para sus miembros portar una Virgen del Pilar bordada sobre el corazón, según diseño oficial. Para el resto de los prioratos, este elemento es optativo.

Artículo 6. Del Uniforme de Gala o Ceremonial femenino

Las Damas de la Orden podrán optar por una de las siguientes configuraciones:

  • Opción con vestido. Vestido negro, de largo medio o completo, con manga corta o larga (evitando tirantes). Medias o pantis negros. Zapato negro de tacón bajo o plano, de diseño sobrio.
  • Opción con traje, Traje de chaqueta negro (o, en su defecto, oscuro liso), con pantalón o falda. Camisa blanca de manga larga y corbata negra.
  • Elementos comunes, Sobrevesta y Capa, idénticas en descripción y uso a las del uniforme masculino.
  • Mantilla (Optativa). Se permite el uso de mantilla española, con o sin teja, según la costumbre de la región y la solemnidad del acto.

El tejido en sarga de nuestras capas, que nos identifica visualmente como Templarios, nos recuerda a la sarga de la Santa Sindone, señal de la Pasión de Ntro. Señor y Esperanza en la Resurreción.

Artículo 8. Del Uniforme de Diario
Para asistir a actos o celebraciones en los que no se requiera la uniformidad de gala, se vestirá traje oscuro con camisa blanca y corbata negra (o la modalidad femenina), prescindiendo de la capa, la sobrevesta y los guantes.

¿Quieres formar parte de los Caballeros Templarios de Jaime I?

Si quieres postularte como Caballero o Dama de la Orden, rellena este formulario y envíalo a la dirección de correo electrónico que aparece en el mismo.

Nuestra Asociación es una organización sin ánimo de lucro (ONG). La membresía es de 50€  por año. Cada asociado es responsable de su uniforme (de su pago e integridad).